Época: siglo de Pericles
Inicio: Año 421 A. C.
Fin: Año 420 D.C.

Antecedente:
La Acrópolis de Atenas

(C) Pilar León Alonso



Comentario

La complejidad compositiva en la línea de armonía de contrarios marcada por Iktinos, es la principal aportación de Mnesiklés a la obra de los Propíleos y el rasgo más atractivo de una obra que bastante tiene con no desdecir del Partenón, como ya reconocieron los contemporáneos.
Sobre un bastión aislado y angosto del espolón suroccidental de la Acrópolis se erigió un templo pequeño a Atenea como diosa de la victoria. La construcción fue acordada en 449 para conmemorar el tratado de paz firmado por Kallias con los persas, pero las obras se demoraron, porque su promotor era Cimón, el rival conservador de Pericles, y éste y su partido pusieron todas las trabas imaginables, para que nada entorpeciera las obras propugnadas por ellos.

El proyecto se encargó nada menos que a Kallíkrates, que, cansado y aburrido de esperar, acabó por desarrollarlo poco después de 449 en el santuario de la Madre de los Dioses en Agrai, a orillas del Ilissós, cerca de Atenas. Transcurrió un cuarto de siglo hasta que en 421, tras la paz de Nikias, el partido conservador se salió con la suya e impuso el viejo proyecto de Kallíkrates, que no sólo se había quedado anticuado, sino que hubo de ser reducido por falta de espacio. El modelo tetrástilo anfipróstilo proyectado por Kallíkrates resulta precioso en jónico, pero la estrechez del lugar impedía desarrollarlo. La solución consistió en suprimir el pronaos y dar al frente de acceso a la cella la apariencia de un templo in antis. Un verdadero alarde de perspicacia y sensibilidad, al que hemos de sumar el encanto del orden jónico, todo lo cual hace del templo de Atenea Nike una especie de graciosa miniatura entre los imponentes edificios dóricos.